Ruta de las Sierras de Javalambre y Gúdar a la Serrania de Cuenca

De las Serranías de Javalambre y Gúdar a la Serranía de Cuenca

La ruta que proponemos partiendo de Cuenca, remonta el cauce del Cabriel para adentrarnos en la comarca aragonesa de Gúdar Javalambre, zona montañosa del sur de Aragón que alberga a las dos estaciones de esquí mañas fuera del Pirineo, Valdelinares y Javalambre, para luego volver a Cuenca a través de la Sierra de Albarracín y la Serranía de Cuenca, siguiendo esta vez el curso del Júcar desde su cabecera.

No solo se recorren paisajes espectaculares, también la baja densidad de visitantes hace de este recorrido un viaje ideal para disfrutar de carreteras vacías y sinuosas. Paisaje y conducción de la mano, para regocijo de nuestros sentidos.

Pero si concebimos al viaje como el destino en sí mismo, se ha tener especial cuidado en escoger donde reposar y descansar. Las jornadas, aunque placenteras, son largas y descansar será una necesidad.

Descansar no es solo una buena cama, una buena ducha y un no menos mejor desayuno, también el entorno y la acogida debe incitarnos al descanso, y lo que pomposamente los franceses denominan Maitre du Maison será un plus para hacer que nuestro viaje cumpla con nuestras expectativas. Llegar a nuestro punto de descanso y ser recibidos en una estancia acogedora y por personas dispuestas a acogernos dándonos la bienvenida no solo repara el cuerpo, también nuestra alma.

Etapa 0

Llegar a Cuenca

La ruta realmente comienza en Cuenca, pero como quien les escribe reside en Madrid, siempre haré un pequeño inicio hasta llegar al punto de arranque, se podría llamar la Etapa 0.

De Madrid a Cuenca son algo menos de 2 horas de trayecto en función del tráfico, y en la mente todos tenemos que el camino para llegar es la A3 hasta Tarancón y desde allí ya la A40 hasta Cuenca. Pero el tramo de la A3, es un tramo con mucho tráfico, muy sinuoso, casi una reliquia del plan de autovías de Felipe González de los años 80 del pasado siglo, y nuestra idea es disfrutar desde el mismo momento que nos montamos en el coche, por lo que nuestra recomendación es tomar la R4 hasta Ocaña y allí enlazar con la A 40 hasta Cuenca, autopistas  de poco o muy poco tráfico bien asfaltadas, de trazado cómodo y rápido, que apenas nos llevarán 15´ más en tiempo, escasos 30 Km y unos pocos €. Valoren esta alternativa, en nuestra opinión nos meten ya en ruta desde el Km 0.

Etapa 1

Cuenca Mosqueruela

Nuestra propuesta es llegar a Cuenca y comer, sin visitas turísticas, Cuenca de por sí ya es merecedora de ser único destino. Nada mejor que empezar en Cuenca con una comida que, aunque frugal, nos introduzca definitivamente en nuestro viaje. Hacer de esta comida el corte con nuestras rutinas y responsabilidades cotidianas, dejar la mente en blanco y libre para nuestro viaje.

Proponemos 2 restaurantes para la comida, Raff San Pedro y Trivio, ambos con un concepto actual de la gastronomía, con locales cómodos y precios asumibles. Ambos poseen carta y menús.

En Trivio podemos acceder al salón gastronómico con menús desde 36 € hasta 70 € o bien comer en el Bistró con menús desde 22,50€ o a la carta.

En Raff San Pedro disponen de menús desde 24 € o una carta amplia, para disfrutar de ella en un salón ubicado en una cueva. Arriba existe un Bistró con mesas altas y bajas, muy cómodas, donde también poder disfrutar de una carta algo mas somera, pero igualmente atractiva. Esta opción para continuar viaje quizás sea la mas adecuada.

Ambos locales atienden a la cocina local con sus propias interpretaciones, pero la calidad y el buen hacer de su chef va por delante. Una comida gustosa y reponedora será lo ideal para afrontar una etapa de 250 Km hasta llegar a Mosqueruela. Solo un apunte, la temporada de tomates Raff es de octubre a abril.

Por supuesto que hay más alternativas para comer en Cuenca, y muy interesantes, como Olea-Comedor, Marlo, o el clásico Casa Antonio, todos excelentes y dignos de nuestra atención.

Desvio a la N-420A dirección Boniches al Mirador del Cabriel

Habiendo un parador cerca, tomar un breve café en un entorno tan magnífico como es el Parador de Cuenca, ubicado en lo que fue el Convento de San Pablo, nos despejará de esa modorra de después de comer y disfrutar de nuestro recorrido.

¡Listos para emprender camino!

Tomamos la N420 y siempre camino de Teruel, vamos a remontar el rio Cabriel por su margen derecha, por una carretera bien asfaltada, señalizada y con poco tráfico. En muchos momentos la carretera discurre entre paredes de piedra y siempre con frondosa vegetación, es como un paseo que nos mece e hipnotiza la vista, sobre todo desde Carboneras de Guadazón donde la carretera se pega al Cabriel.

Si quisiéramos parar a contemplar el Cabriel, lo mejor es desviarse por la antigua N-420 A hacia Boniches y hacer un receso admirando las vistas. Existe una especie de mirador donde poder contemplar el rio Cabriel.

En Torrebaja, siguiendo las indicaciones hacia Teruel, nos incorporaremos a la N330, para ahora remontar el Turia.

Pronto entraremos en Aragón y las sierras que se ven a nuestra izquierda son las sierras de Javalambre y si miramos al suroeste se puede ver el Parque Natural de San Miguel.

Nuestra intención es recorrer la sierra de Javalambre y para ello nos tendremos que desviar de la N 330 justo antes de llegar a Villel -foto detalle en mapa- y tomar la TE-V-6013 en dirección a Cascante del Rio, y posteriormente a Valacloche y Camarena de la Sierra.

Desvio a Valaclocha. Castillo de Valaclocha

Hay que tener cuidado de no pasarse el cruce de Valacloche, pues la carretera TE-V-6013 se transforma en la TE-V-6014. El cruce a Valacloche está justo donde se puede ver, en lo alto del cerro, las ruinas del castillo de Valacloche, una fortaleza rocosa del siglo XIII, de corta historia y vinculada a nobles laicos, tanto de Villel como de Mora de Rubielos, para finalmente depender de la Sobrecollida, área administrativa de Aragón en el siglo XV, de Albarracín.

Estas carreteras son ya carreteras de montaña de firme roto y muy virado, menos placenteras que las anteriores para conducir, pero de vistas mucho más amplias y montañosas.

Al llegar a Camarena de la Sierra podemos o bien seguir la ruta prevista tomando la carretera TE-V-6006 en dirección a la Puebla de Valverde o bien tomar la T-34 y llegar hasta la estación de esquí de Javalambre, esto nos llevará unos 20´sobre el horario previsto, si nos sentimos con ganas el paisaje nos recompensará. El cruce de ambas rutas es complicado, y se encuentra detallado en el plano.

Ruta Alternativa T-34 Camarena de la Sierra por Javalambre

Como carretera de acceso a la estación de esquí de Javalambre, la TE-34 es una carretera bien asfaltada y señalizada, aunque este considerada de montaña, y como tal goza de buenas vistas. Son pocos Km, pero se recorre despacio. La bajada desde la estación de esquí hasta la Puebla de Valverde es el tramo más destacado, teniendo las vistas a nuestra derecha de los llamados Prados de Javalambre, con picos de hasta 2.000 m de altura, en los que destacan el Pico del Javalambre, La Chaparrosa o El Chorrillo.

Ya de vuelta a la TE-V-6006, la bajada hasta La Puebla de Valverde es un tramo tranquilo de vistas más suaves, que recorre las zonas llamadas las Centenas y Las Botiosas.

Antes de llegar a la Puebla de Valverde, tomaremos la A23, la llamada autovía Mudéjar, en dirección a Valencia hasta la Salida 73, apenas 20 km de autovía que se harán muy rápidos. Una vez salgamos de la autovía, seguiremos las indicaciones a Rubielos de Mora, recorriendo la A1515. En este recorrido cruzaremos el rio Mijares a muy poca distancia de la desembocadura del rio de Mora que da nombre a los dos pueblos más grandes de la zona.

Rubielos de Mora es una localidad que bien merece hacer una parada. Habremos recorrido casi 2h y 30´de camino y es un buen momento para estirar las piernas y tomar algo.

Rubielos de Mora nos acogerá entre sus murallas, pasear por su casco antiguo es hacerlo entre casonas blasonadas y palacios de sillería y forja, restos de historia de una villa del siglo XII conquistada a los árabes por Alfonso II; poseyó un Castillo, pero apenas queda algo. Como villa reconquistada además de casonas y palacios tiene conventos y una Excolegiata, la de Santa Maria la Mayor, que si sentimos curiosidad podemos visitarla, como también el claustro del convento de las Carmelitas descalzas o la iglesia del convento de las Agustinas, ambas merecedoras de visita. Pero hemos venido a relajarnos un poco y para ello nada mejor que cualquiera de las terrazas de sus bares, siempre dentro del barrio del Campanar, que es su casco histórico.

Portada de San Antonio, Rubielos de Mora

Repuestos y algo más descansados hay que emprender camino, es ya el final de la etapa y para llegar a nuestro lugar de descanso tomaremos la A1701 que nos llevará directos a Mosqueruela.  40 km que recorreremos en apenas 40´.

Para salir de Rubielos de Mora lo haremos bordeando la muralla hasta la Avenida de Manuel Gonzalvo y de ahí nos incorporaremos a la A1701 en dirección a Nogueruelas. De camino pasaremos por una de las exposiciones que conforman Dinópolis, concretamente la llamada Región Ambarina, un centro levantado sobre un lago fosilizado donde se han localizado innumerables restos de insectos recubiertos por resina fosilizada o ámbar, una interesante parada que conviene tener prevista y confirmar los horarios y fechas de apertura, ideal para los chavales.

Desvio a Valdelinares

Una vez pasado Nogueruelas y siempre en la misma A1701 nos adentraremos en la Sierra del mismo nombre recorriéndola por el llamado paso de la viuda hasta llegar a Linares de Mora. Al salir de Linares de Mora la carretera remonta la Tejeria, en lo que se llama el puerto de Linares, no desviarse hacia Valdelinares y continuar por la A1701 a Mosqueruela.

Al coronar el puerto hay un pequeño mirador en el que se puede ver toda la sierra de Nogueruelas, de Ferriz y de la Batalla. A partir de aquí el camino, aunque ondulante, es suave, la carretera excelente y estos pocos últimos kilómetros se recorren mecidos por la carretera, como si ya nos incitara al reposo.

Y por fin llegamos a Mosqueruela, lugar de nuestro descanso y villa del Alto Maestrazgo. De origen íbero, Osicerda, posteriormente fue romanizada, más tarde ocupada por musulmanes y por último reconquistada por Alfonso II en 1181. Fue entregada a la Orden del Temple, quien la retuvo durante dos siglos y amuralló. Desde Mosqueruela Jaime II inicio la conquista de Valencia, nosotros lo haremos de nuestra 2ª etapa.

La Posada de Mosqueruela Suite Vistorre

En La Posada de Mosqueruela, una sorpresa para nuestros sentidos, daremos con nuestros huesos para descansar de las 3 horas largas de trayecto. 6 habitaciones todas con personalidad propia y con estilos dispares, pero siempre elegantes y sin perder de vista su entorno. De todas nos gusta especialmente la Suite que llaman de la Vistorre y su ducha de alabastro. Cuidado, limpio, acogedor y sorprendente, un lugar ideal para descansar y prepararnos para el día siguiente. Cenar en su cuidado restaurante, siempre con una excelente gastronomía, que emplea los ingredientes de la zona, elaborados fusionando tradición y modernidad.

Si el viaje lo planteáramos en grupo o con niños, una alternativa a la posada de Mosqueruela sería la Casa Rural Palacio en Linares de Mora. Una casa que se alquila completa con capacidad para 8 personas repartidas en 3 habitaciones. Está situada en el casco antiguo, justo debajo del antiguo Castillo y con unas vistas excelentes al pueblo, la montaña y la ermita de Santa Ana.

Algo más alejada de la ruta, pero también como alternativa a nuestro hospedaje, podemos desviarnos hasta Mirambel, un poco más al norte de Mosqueruela, y alojarnos en el Hotel Las Moradas del Temple, un pequeño, pero muy acogedor hotel con 5 habitaciones en el que la piedra y la madera dominan en su decoración, y Adelaida y Sergio en el arte de recibir.

Etapa 2

El recorrido tiene dos partes muy diferenciadas. Por la mañana recorremos la sierra de Gúdar y por la tarde, ya de vuelta a Cuenca, pasamos por la sierra de Cuenca, el nacimiento del Tajo y cerca de los nacimientos de los ríos Júcar y Cuervo.

Mañana Mosqueruela Mora de Rubielos

Después de descansar y reponer fuerzas con el desayuno, es tiempo de volver al coche e iniciar camino. Un camino que nos llevará a bordear la sierra de Gúdar y conocer un par de enclaves Templarios. Hay que recordar que el Maestrazgo es tierra del Temple, de Hospitalarios y Caballeros del Santo Sepulcro.

Cantavieja

La ruta es sencilla, nuestra primera parada es Iglesuela del Cid, y para llegar allí, la carretera es cómoda y sin complicaciones de cruces, siempre en dirección a la Iglesuela, escasos 30’. De Iglesuela a Cantavieja, nuestra segunda visita, 10’ más.

Ambas son villas amuralladas que Alfonso II conquistó a los árabes y cedió a las órdenes de caballería, ambas están amuralladas y poseen casas blasonadas, palacios y templos que merecen atención. Pero Cantavieja sobresale por su relevancia en el Maestrazgo durante la edad media y durante el periodo de guerras Carlistas. Emplear un tiempo en recorrerla y admirar su castillo de planta triangular, la iglesia de San Miguel, o el conjunto que forman el ayuntamiento y la iglesia de la Asunción son una excusa perfecta para un café y continuar.

Después de hacer un poco de turismo, saldremos de Cantavieja por la A-226 en dirección a Fortanete y Allepuz. La carretera es amplia, bien asfaltada, aunque existan algunas zonas de asfalto roto, bien señalizada y balizada. Las curvas son amplias y constantes, como si de una culebra se tratara. El recorrido hasta Allepuz tiene varios miradores que nos permiten divisar las distintas sierras que hay a nuestra derecha, como las de la Palomita, La Cañada o de la Lastra. A nuestra izquierda y siempre más imponente, la sierra de Gúdar. En algunos tramos las vistas son amplias y en otros iremos rodeados de pinares, pero en cualquier caso el recorrido es muy placentero. 90 kilómetros desde Cantavieja a Allepuz y Mora de Rubielos que recorreremos en menos de hora y media, justo para llegar antes de comer y ver algo de Mora de Rubielos.

Castillo y Excolegiata de Mora de Rubielos

Recordar, que a la salida de Allepuz hay que desviarse a la A-228 en dirección Mora de Rubielos. La A-228 es una carretera más estrecha y peor asfaltada que las anteriores. En el camino a Mora de Rubielos habrá que superar dos pequeñas tachuelas, el Puerto de Alcalá y el de Gúdar, nada relevante, y el paisaje compensará estas pequeñas incomodidades. Si queremos podemos desviarnos un par de kilómetros, al pasar Gúdar, veremos anunciado el mirador de la Magdalena, donde contemplar la sierra de Moratilla, antes de llegar a Mora de Rubielos.

Plaza de la Iglesia, Mora de Rubielos

Mora de Rubielos será nuestra parada para el aperitivo y comer. Bien merecedora de un paseo y alguna visita, Mora de Rubielos es una localidad doblemente amurallada, primero por los árabes, y después por Alfonso II. En la actualidad quedan restos de la primera muralla árabe y un par de torres de esta, además de toda la muralla medieval. Mora de Rubielos es señorío de los Heredia, llamado de Mora, como así lo atestiguan el imponente castillo del siglo XIV, visitable, y la excolegiata de Santa Maria, hoy iglesia de la Asunción, un templo al nivel de cualquier catedral, que bien merece una visita tanto por sus alrededores, como por su interior. Al igual que el resto de villas que hemos visitado, Mora de Rubielos posee bastantes casonas blasonadas, y pasear por la calle de las Parras es un deja viu a la edad media, a la hidalguía y la reconquista.

Tomar el aperitivo en cualquier bar o terraza no será tarea complicada, la oferta es múltiple, pero la plaza de la iglesia ofrece un entorno único y hay alguna terraza.

Para comer, en nuestra opinión, dos son las alternativas que más confianza nos merecen. El restaurante Melanosporum, dedicado al mundo de la trufa, está dentro de Mora de Rubielos, y ya en las afueras, por la A-232, a un par de kilómetros, se encuentra el hotel Masía la Torre.

1º Tarde  Mora de Rubielos Albarracín

Tras una buena comida, no copiosa pero reparadora, hemos de cubrir una etapa corta hasta Albarracín, 85 Km más o menos en una hora y veinte minutos de trayecto, un camino en el que recorreremos Los Pinares de Rodeno, entre Bezas y Albarracín.

Desvio A1513 a la Salida de Bezas a Albarracín por el PInar de Rodena VF-TE-05

Salimos de Mora de Rubielos en dirección a Teruel por la A-232 para luego tomar la A-23 hasta la salida Nº 117, y de aquí tras un par de rotondas, hay que incorporarse a la  A-1513 en dirección a San Blas y hasta Bezas.

A la salida de Bezas hay que tomar la VF-TE-05 que une esta localidad con Albarracín atravesando los pinares Rodeno. Entrar en esta carretera estrecha, aunque no mal asfaltada, es hacerlo en un mundo verde que te envuelve y con sólo su color es capaz de sanar, serán 16 km de placer para tus sentidos, recórrelos tranquilo y sin prisa, disfrutando. Llegando a Albarracín en el mirador de la Escombrera, puedes mirar atrás y guardar una foto en tu memoria de una de las carreteras más acogedoras de este país.

Albarracín

En Albarracín parar, un café, contemplar un rato uno de los pueblos más bonitos de España y seguir ruta, aún tenemos un par de horas por delante. Nos dirigimos hacia la cabecera del Tajo y para ello hemos de seguir por la A-1512, pasando por debajo de Albarracín y continuar en dirección a Frías de Albarracín por la A-1703 y la A-1704. Carretera como casi todas las que hemos recorrido, ondulada y sinuosa, ancha bien asfaltada y balizada. Al pasar Frías de Albarracín, siempre en la A-1704 veremos señalizado un mirador, un mirador a una sima, puede resultar interesante de contemplar y una excusa perfecta para un alto en el camino, pero a pocos kilómetros se encuentra el nacimiento del rio Tajo, una parada mucho más interesante.

2º Tarde Albarracín Cuenca

Desvio de la A-1704 al nacimiento del Tajo

Del nacimiento del Tajo al nacimiento del Júcar, uno junto al otro, uno a cada lado de la misma sierra, uno discurre hacia el noroeste, el otro hacia el sureste. Al cruzar el Tajo cambiamos de Comunidad, de Aragón a Castilla la Mancha, de Teruel a Cuenca, y claro la carretera cambia de denominación y pasa a llamarse CU-V-9161 o quizás, según el plano CM2119 o incluso CV-901, no hay problema, siempre llegaremos al mismo cruce y nuestro destino es Cuenca. Si quisiéramos parar a ver la Cabecera del Júcar, a Tragacete hay 3 Km y de allí al nacimiento del Júcar una pista forestal de otros 5 kilómetros. Si vamos con tiempo es una excursión muy recomendable.

Ciudad Encantada, Tormo

Pero nuestra ruta es hacia Cuenca pasando por la Ciudad encantada, y para ello tomaremos la CM2106 dirección Cuenca y Uña, sin darnos cuenta la CM-2106 pasará a ser CM-2105 y no la abandonaremos. Iremos bordeando el rio Júcar, pasaremos por el pantano de La Toba, por Uña y a los pocos kilómetros nos desviaremos hacia la Ciudad Encantada por la CM-2104, ya estamos cerca de nuestro destino y si el tiempo y las ganas nos lo permiten, podemos hacer un alto y dar un paseo por la Ciudad Encantada, Cuenca está a tan solo 25 Km o media hora.

A Cuenca llegamos para una cena temprana, algo ligero, un poco de tapeo en los bares de la ciudad. La C/ San Francisco acoge al mayor número de bares para ello, la barra de La Ponderosa, sitio de tapeo tradicional en Cuenca, el Bar Fidel, o el Mesón, y otros muchos más. Si queremos algo con más de historia, mejor subir a la plaza mayor, y junto a la Catedral, tomar un bocadillo en el Mangana, o algunas tapas en el Botijo, o en el Secreto de La Catedral.

A Madrid hay menos de 2 horas de trayecto, y ahora nuestra opción inicial de volver por la A40 hasta Ocaña y allí tomar la R-4 hasta Madrid se hace más necesaria que nunca, autopistas cómodas y rápidas sin problemas de tráfico, para llegar sanos y salvos a casa. El que haga noche en Cuenca, la oferta hotelera es amplia y variada, pero ese será tema para otra ruta.

Han sido 560 Km y nueve horas de recorrido por dos provincias, por innumerables sierras, del Maestrazgo y su historia, a la naturaleza más imponente, y el nacimiento de nuestro principal rio, y todo ello por magníficas carreteras que nos han permitido disfrutar de nuestra pasión, navegar con nuestro coche descubriendo paisajes y la historia que han vivido.