Cuando para denominar aun vehículo se ha de poner Mustang mas Shelby mas GT500 y lo rematas con Hennessey, es que el vehículo no es apto para todas las manos.
Por fuera, al Ford Mustang además del Caballo Mustang se le añade la Cobra de Shelby y las insignias “Venom” correspondientes, ahí es nada. Espacio hay, ya que se han ampliado faldones, pasos de ruedas, difusores traseros y sobre todo incorporado el alerón trasero del GT4 Racer. Toda una exhibición de músculo.
Los tres Kits que Hennessey ha creado consiguen mejorar el rendimiento del motor V8 de 5,2 Lts a base facilitar el flujo del aire, el compresor y los convertidores catalíticos, mas, por su puesto, los ajustes electrónicos pertinentes y la mejora del combustible a emplear.
Venom 850 es el Kit básico con el que se obtienen 850 cv a 7.000 rpm y 983 Nm a 4.800 rpm de par motor, siempre que empleemos un combustible del tipo Shell V Power de 93 Octanos.
Venom 1000 por si nos parece poco el anterior y necesitamos 1.000 cv a 7.000 rpm y 1.150 Nm a 4.800 rpm, también con el mismo combustible del anterior.
Pero si creemos que coger el coche ha de ser una exaltación a la potencia y sentirnos Mad Max, Hennessey nos propone el Venom 1.200 con el que necesitaremos casco y guantes para ir a comprar el pan.
Venom 1.200, 1.200 cv a 7.000 rpm y 1.355 Nm a 4.800 rpm, pero esta vez con combustible E85, como otros muchos Hypercar.
Estos coches son un reto para el conductor, no se conducen, se pilotan y el móvil, el pitillito y el palique son para cuando no estemos al volante de ellos.
El casco debería ser parte del equipamiento de serie, no sobra.+
