Cuando acudimos a que nos hagan un traje a medida escogemos el sastre que mas nos gusta su trabajo, igualmente lo haríamos cuando le pedimos a un pintor un cuadro o a un arquitecto una vivienda. En esta elección asumimos los criterios del profesional al que hemos acudido y nuestros deseos se verán modificados en función de nuestra elección de diseñador, por poner un ejemplo, nunca le podríamos pedir a Gaudí que nos proyectara una vivienda con un estilo Javier Torres, por mucho que seamos el cliente.
Los fabricantes de coches artesanales en los que la personalización es una máxima y el cliente siempre demandará la realización de sus caprichos y deseos, también existirá el límite de la personalidad de la marca a la que acudimos, nunca el fabricante permitirá que su marca se pudiera ver afectada por nuestras demandas.
La afición al campo de los ingleses, a ese campo o mas bien campiña, siempre va aparejado el Pic-Nic, y por tanto los coches ingleses de determinado nivel que se precien, habrán de ir dotados de todo lo necesario para ello, marcas como Rolls&Royce y Bentley en sus vehículos camperos satisfacen estas necesidades, aunque en este caso sea un extra a pagar.
David Brown como marca de prestigio no podía olvidarse de este detalle y en su caso es seña de identidad. Así, todos los Speedback van dotados de su asiento trasero de Pic-Nic y si no nos gusta, mucho meto que el Speedback no será nuestro coche. A mi particularmente me entusiasma, incluso echo de menos una cesta de Pic-Nic y una manta de Cashmere
El gusto por los detalles y el refinamiento lo es todo, gracias Sr Brown por recordárnoslo
