No son nuevos los rumores de la posibilidad de que Bugatti cree un SUV para añadir a su oferta. Resulta chocante que un fabricante que hace de la exclusividad su principal activo, y siendo todos sus productos de series muy limitadas de producción, se plantee ofrecer un coche demandado ampliamente en el mercado y de uso diario.
El SUV que desarrollará Bugatti será casi con total seguridad un vehículo 100% eléctrico.
Pese a los buenos resultado de la política de ventas que el CEO de Bugatti, Stephan Winkelmann, Bugatti no deja de ser una marca perteneciente al grupo Volkswagen, y por lo tanto hasta cierto punto sumisa a la estrategia del grupo, y esta pasa por la electrificación.
La estrategia general de Volkswagen es clara, después del enorme fiasco del diesel gate, y sus consecuencias a nivel mundial. Recientemente Volkswagen ha sido condenada en Australia a pagar otros 56 millones de € en indemnizaciones.
Los motores de combustión interna o MCI, parece que dan urticaria en la sede de este gigante automovilístico.
La idea que desde el grupo Volkswagen se ha trasmitido a Bugatti, es la necesidad de crear un SUV eléctrico de entorno a un millón de €, una cifra bastante mas asequible que la de los modelos actuales, y con una producción de entorno a las 600 u 800 unidades al año, que a tenor del precio previsto, pudiera ser un objetivo alcanzable.
Bugatti para acometer este proyecto, estaría barajando dos posibles soluciones. La primera, y la que parece tener mas posibilidades, habida cuenta de los paquetes de acciones que está adquiriendo el Grupo Volkswagen del fabricante Croata de coches eléctricos RIMAC, sería el desarrollo para este SUV, de la plataforma COO2 con baterías, caja de cambios, gestión electrónica de control de potencia, sistemas auxiliares y un motor incluido de entorno a los 1850 hp, algo parecido a la Plataforma MEB del grupo.
La otra solución a la que pudiera optarse, sería el desarrollo de una plataforma que utilizaran conjuntamente con Lamborghini y Porsche. Plataforma que no solo serviría para soportar este SUV, si no que además sería la base para los Hypercar eléctricos de Lamborghini, su futuro posible Superelletrico. También Porsche podría adoptar esta plataforma para el sustituto del 918 y Bugatti para un mas que posible EV Chirón.
Desconocemos cual será la elección tomada por el Grupo, pero seguramente sea la combinación de ambas vías sea la que se lleve el gato al agua. La adquisición de RIMAC puede ser el inicio para el desarrollo de una plataforma conjunta para todos los Hypercar eléctricos de las marcas de lujo del grupo, la denominada plataforma PPE pero mejorada.
De momento parece que Bentley se libra y que con su EXP100 del centenario están consiguiendo acallar la voraz necesidad electrificadora del Grupo Volkswagen.
Todas estas marcas de lujo, con vehículos de abultados precios, cuya ventaja esta ligada a la exclusividad y a su futura revalorización, parece que pudieran poner en peligro sus atributos, si al ser electrificados, el paso de los años les impidiera la dicha revalorización porque sus baterías hayan dejado de funcionar.
La marcas que están posicionadas en el marcado del lujo, son marcas centenarias y buena parte de su producción sigue en activo y siguen siendo disfrutadas por sus propietarios.
Creo que imponer una tecnología que no garantiza que los vehículos tengan una vida útil similar a los que poseen un MCI, puede poner en grave riesgo un factor importante de su valor.
¿ Quien querrá invertir, y digo invertir, 4 ó 5 millones en un producto con fecha de caducidad?
No está claro que las baterías actuales superen en funcionamiento los 20 años, y nada hay mas cobarde que el dinero cuando se trata de inversiones. La incertidumbre de una pieza esencial de un coche eléctrico como es la batería, no es un aliciente.
Hemos visto en muchas películas USA, como la gente joven podía acceder a grandes casas por precios asequibles por el simple hecho de estar construidas con materiales estructurales como la madera que no perduran en el tiempo, y por lo tanto están sujetas a depreciación. “Esta Casa es una Ruina” es un perfecto ejemplo. Este coche es una ruina no parece deseable cuando su compra se ve como inversión fundamentalmente.
La baterías eléctricas son finitas a medio o corto plazo, su capacidad se reduce con las recargas hasta su agotamiento, y aunque no se usen, igualmente se van agotando. No parece un futuro halagüeño para un coche que necesita de la revalorización para que la elevada inversión que a de hacerse para su adquisición sea viable.